Querida Irune:
No sé qué pasa, oye, pero
últimamente no necesito salir de Alfred Hitchcock.
Hace unos días me sentía CON
LA MUERTE EN LOS TALONES.
Después, como te sugerí
por e-mail sin darte el nombre del título original, sentí VÉRTIGO.
Ahora, a menos de 24
horas de plazo para entregarte todo, mientras subo el último Bloque, a falta de
la reflexión personal y dos comentarios a compañeros que me quedan por hacer,
te digo que tengo, directamente, PSICOSIS.
Menos mal que dentro de
poco, todo habrá terminado, y podré tumbarme en el césped del Retiro, y mirar
al cielo. El cielo me recordará al Cielo, y procuraré saludar a Stephen y a Ana
María, y decirles que por fin, he terminado.
Y, tal vez, cuando esté
saludando a los que están en el Cielo, vuelva a mirar al cielo, para ver LOS
PÁJAROS.
Y en ese momento, amiga
mía, sabré que tengo una buena historia que contar.
LITERATURA ESPAÑOLA, LITERATURA INFANTIL
Y
EDUCACIÓN LITERARIA
Bloque 5: Creación literaria
Fíjate, Irune: llevo toda la vida
pensando que la creación literaria es un punto muy importante en el aula, al
mismo tiempo que llevo toda la vida con la sensación de que, por desgracia, se
trabaje poco. Pareciera que los profesores no fuéramos muy dados a crear
historias para la clase, y tampoco a utilizar la imaginación más allá de lo
académicamente posible. De tal suerte que no parece que estemos precisamente
propiciando que los alumnos se sientan incentivados a desarrollar esa
imaginación. Flaco favor les estamos haciendo, pues -volvemos a lo que llevamos
diciendo en todas las entradas de este blog- la imaginación y la fantasía son
las armas de los niños para poder enfrentarse a su realidad (Bettelheim, 1997).
Así que, en tanto en cuanto queremos
cambiar esta tendencia, vamos a ver cómo les podemos ayudar a desarrollar su
espíritu imaginativo, y, con ello, plantar en ellos la semilla de la creación literaria.
Vamos a aprovechar las técnicas de Riodari (2002), que pueden ser fácilmente
utilizadas en nuestra aula con los alumnos. He decidido crear textos que empezarán a ser apropiados para quinto de
primaria (10-11 años), pero que lo continuarían siendo en sexto.
Respecto al primer cuento, en PROSA,
la estrategia utilizada para su creación ha sido el “Binomio Fantástico”, con las palabras amor y mesa para
conjugar. Aquí tienes el resultado:
“Y
YO A TI TAMBIÉN”
No sabía por qué. No
sabía cómo. Durante algunos años estuvo preguntándoselo a sí misma, buscando
una respuesta que,
en realidad, importaba poco.
en realidad, importaba poco.
No recordaba el
momento, pero ella sabía que, a partir de un día
no muy lejano en el pasado,
no muy lejano en el pasado,
empezó a tener consciencia de sí misma:
ella, desde hacía unos años, había comprendido que
ella era una mesa.
Había comprendido que
existía, y además, había comprendido que ella era justamente una mesa, y no
otra cosa. Es más: ella entendía lo que era una mesa, y sabía que las mesas no
pueden “saber que existen”, ni siquiera entender el concepto de existir.
También
sabía, no obstante, que ya hacía tiempo
que había dejado de intentar entender.
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que había dejado de intentar entender.
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No sabía por qué, pero
ella podía sentir. Sabía que era una mesa, y podía sentir.Y sentía alegrías y
tristezas, cariños y desprecios. Sentía emociones. No sabía cómo, pero también
podía ver, podía oír, y podía percibir el tacto de quienes la tocaban.
Y lo que veía, oía y sentía en su piel de
madera, le producía esas emociones.
A veces dulces y alegres, a veces amargas y
tristes.
Desde el día en que
empezó a tener consciencia de sí misma, comprendió que estaba en un colegio.
Veía muchas más mesas a su alrededor.
Ella sabía que las demás mesas también sabían que existían y que eran mesas,
aunque estaba segura de que las demás mesas tampoco sabían
Ella sabía que las demás mesas también sabían que existían y que eran mesas,
aunque estaba segura de que las demás mesas tampoco sabían
por qué.
No tenía sensación de
soledad. Pero entendía lo que significaba esa sensación.
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A lo largo de los años,
había sentido muchas emociones. Había sentido dolor y tristeza cuando algunos niños la trataban mal. A veces
la golpeaban sin ser conscientes de que sentía dolor, a veces la ensuciaban con
el lápiz, y ella se sentía sucia.
Incluso a veces había sentido verdadero
pánico al sentir cómo un cutter
rasgaba su piel repetidamente hasta dejar escrito en ella el nombre del dueño
de ese objeto.
Otras veces había
sentido cariño. Había sentido cómo borraban con goma las rayas de lápiz que la
ensuciaban, sintiéndose otra vez limpia.
Había sentido caricias muchas veces.
Había sentido incluso la respiración de algún niño que se había quedado dormido
con la cabeza apoyado en ella, y eso le había hecho sentir reconfortada.
Pero nadie le había hecho nunca tan feliz como Irune.
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Irune era muy
cariñosa. Morena. Ojos marrones. Ella pensaba que los ojos de Irune eran del mismo color que su piel de
madera. Tenía razón.
Irune siempre sonreía. Siempre. Y a ella le gustaba mucho su sonrisa. Sentía
auténtica felicidad cada mañana cuando veía a Irune aparecer por la puerta de
la clase. Además, ella notaba que a Irune también le hacía ilusión encontrarse
con ella, porque todas las mañanas, nada más verla, la acariciaba, y pasaba la
goma por toda su tabla de madera, por si había algún resto de lápiz del día
anterior. Y no dejaba de sonreír mientras lo hacía. Irune siempre sonreía.Había algo más. Algo que hasta entonces, nadie
había hecho. Algo que
hacía distinto a Irune de todos los demás niños que se habían sentado en la silla correspondiente a esa mesa, a lo largo de los años.
Algo que hizo que la mesa se sintiera un poco humana.
Irune
dibujaba corazones en la mesa.Siempre.
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Todos y cada uno de los
días, desde el primer día que Irune se sentó y apoyó sus codos en la mesa,
dibujaba corazones. No con el lápiz, ni mucho menos con un boli, porque a Irune no le gustaba que su mesa estuviera sucia: los
dibujaba con el dedo. Siempre con el dedo, con mucha suavidad, con mucho
cariño. Siempre sonriendo mientras lo hacía.
La mesa no sabía por
qué, pero ella sabía cuál era la forma de un corazón. Lo supo desde
la primera vez que Irune lo hizo. Lo notó, lo sintió: Irune le decía <<te quiero>> cada
mañana.
Así lo sentía ella.
Y la mesa, cada mañana,
cuando Irune terminaba de dibujar la forma del corazón, le respondía:
<<y
yo a ti también>>.
Pero no sólo cada
mañana. Irune dibujaba continuamente corazones. Era dulce, tierna, cariñosa y
le encantaba dibujar corazones. Irune le decía continuamente <<te
quiero>> a la mesa,
y ella no podía ser más feliz.
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El 20 de Junio de ese
año, la mesa se sintió todavía un poco más humana.
Al escuchar
<<hoy es el último día de clase>>, la mesa comprendió, y lloró.
No sabía por qué podía
llorar, pero sabía que estaba llorando. Sabía que a la mañana siguiente, Irune
no le diría <<te quiero>>. No volvería a sentir la suavidad de sus
dedos en su piel de madera mientras dibujaba un corazón. Ella sabía que, pasado
el verano, Irune ya no estaría en la misma clase.
Sabía que subiría de curso, y
que no volvería a verla. Sabía que ese día terminaba algo que hubiera querido
que durase para toda su vida.
Porque ella sentía que
estaba viva, sentía que vivía una vida,
aunque
no comprendiera por qué lo podía sentir.
Ella no sabía por qué
existía y por qué era una mesa, pero ella quería que su existencia fuera así,
con Irune diciéndole <<te quiero>> cada mañana, todas las mañanas
de su vida.
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Irune acarició varias
veces la mesa, la volvió a limpiar con una goma, y dibujó un corazón antes de
irse. Ella sabía que era el último, y por última vez, entre unas lágrimas que
no hubiera querido conocer nunca, contestó: <<y yo a ti también>>.
Al apagarse la luz del
aula, ese 20 de Junio, la mesa durmió. Todas las mesas sabían que no se
volvería a encender la luz hasta pasados tres meses. Todas durmieron. Todas
soñaron. Ella no sabía por qué podía soñar, pero soñó.
Soñó todo el verano: no
se separó de Irune en todo el verano.
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El 15 de Septiembre, se
encendió la luz del aula. La mesa dejó de soñar y despertó. Pero no podía ver
bien. Había estado durmiendo tres meses, y aunque no entendía por qué podía
ver, el golpe de luz después de tres meses de oscuridad le había cegado
momentáneamente.
De repente, sintió algo
que le hizo sentirse todavía un poco más humana: sintió miedo.
Unas manos la
levantaban. No podía aún ver quién era, ni podía reconocer el tacto de esas
manos.
No sentía el tacto de la piel humana, el calor de la yema de los dedos
que tantas veces había sentido mientras Irune dibujaba corazones. No lo sentía.
Sólo pudo comprender que estaba saliendo del aula donde había estado toda su
vida, al menos desde que ella recordaba su vida.
Comprendió inmediatamente que
estaba recorriendo un pasillo,
aunque nunca antes hubiera visto uno.
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Segundos después, una
puerta abierta daba paso a un mundo nuevo para ella. Pero era parecido al
anterior. Empezó a poder ver, poco a poco. Le pareció ver otras mesas, y niños
que estaban rápidamente sentándose en sillas delante de esas mesas. Y empezó a
ver un pequeño lugar vacío, al fondo, justo en el mismo sitio donde ella había
estado en la clase de al lado.
Las manos que la sujetaban, la dejaron reposar en
ese hueco.
Entró el profesor.
Todos los niños estaban ya sentados.
Ella notó cómo alguien, a quien todavía no
podía ver bien,
se sentaba y apoyaba los brazos en su piel de madera.
se sentaba y apoyaba los brazos en su piel de madera.
Pero
seguía sin sentir el tacto de la piel humana.
Entonces, escuchó la voz
del profesor, y volvió a sentirse humana, todavía más humana de lo que se había
sentido las otras veces.
<< ¿Quién es la
chica que se ha traído, desde la otra clase, su mesa del año pasado? >>
...
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En un colegio, el
primer día de clase del nuevo curso, una chica morena de ojos marrones, que no
paraba de sonreír, se quitó los guantes y el abrigo que le protegían del frío,
y levantó la mano izquierda para contestar a su profesor. La derecha, dibujaba un corazón en la mesa. En su mesa.
En un colegio, el
primer día de clase del nuevo curso, una mesa que había dejado de preguntarse
por qué existía, volvió a llorar. Y en sus lágrimas de felicidad, sintió que
era humana,
y sonrió mientras sentía y lloraba.
Esa noche, antes de
volver a soñar -para no separarse de Irune durante la noche-, la mesa deseó que
todas las mesas, que todas las sillas, que todas las pizarras, que todas las
puertas, borradores, tizas, lápices, bolis
y gomas de todos los colegios del mundo,
encontrasen un ser humano que les
quisiera tanto como Irune a ella.
Unas horas antes, había
contestado a Irune: <<Y yo a ti también>>.
**********************************
NOTAS:
-La separación que hago mediante líneas horizontales, es la que existe en el cuento físico:
lo que hay entre cada dos líneas horizontales, es lo que en el cuento físico hay en cada página.
- La organización del texto por página -qué frase/s hay específicamente en cada línea-,
también intenta mantener el aspecto del cuento físico, pero cuando le doy a "Publicar",
algunas cosas se descuadran. El ancho del Blog es el que es. En fin, no tiene tanta
importancia, Irune: verás el libro físicamente
-La separación que hago mediante líneas horizontales, es la que existe en el cuento físico:
lo que hay entre cada dos líneas horizontales, es lo que en el cuento físico hay en cada página.
- La organización del texto por página -qué frase/s hay específicamente en cada línea-,
también intenta mantener el aspecto del cuento físico, pero cuando le doy a "Publicar",
algunas cosas se descuadran. El ancho del Blog es el que es. En fin, no tiene tanta
importancia, Irune: verás el libro físicamente
Bien. Analicemos.
Hemos recurrido a las indicaciones de Armijo
(2013) para jugar con el nonsense, y
hemos añadido sentimientos y emociones a un objeto animado, junto al romance,
que ya empieza a interesar a estas edades. Además, describimos emociones
cercanas al alumno de esa edad, ayudándole a empatizar y a reforzar la
necesidad de entender otros puntos de vista.
La mesa desarrolla una personalidad y
una autoimagen: este hecho ayudará a los alumnos a identificarse. Si bien caigo
en un “concepto moral absoluto” (algo alejado de la etapa convencional de
Kolhberg 1960, referenciado por Barra en 2002), el objetivo del cuento no es un
desarrollo moral más allá de una inteligencia emocional.
Además, he procurado hacer un inicio in media res. Es cierto que no es un
ejemplo tan claro como puede haber en otras historias, pero nos encontramos con
la personalidad de la mesa desarrollada (afirmación de la independencia del niño)
y, sobre todo, con el hecho de su autoconsciencia, por lo que debe considerarse
un inicio a mitad de historia. Todo esto es propio de la etapa fantástico
realista.
Sabiendo que estamos en la etapa de
operaciones concretas, al analizar el texto veremos que hay relación entre los
hechos y sentimientos y el lenguaje figurado, metafórico, muy adecuado para el
final de este subestadio.
Con estos puntos, podríamos decir que es
un buen texto para quinto y sexto de Primaria. Es cierto que el principio del cuento
puede ser complejo para según qué alumnos, pero, como todo, deberemos
adaptarnos en cuanto nos encontremos en la situación del aula.
Y
ahora…sí, sí, lo sé. ¿Cómo que <<Irune>>? Bien. Expliquémoslo.
Este
cuento, si el profesor que lo entrega a sus alumnos tiene tiempo suficiente
para preparar lo necesario, es un cuento mágico:
¡EL
CUENTO HABLA DE QUIEN LO LEE!
Efectivamente: yo tuve la oportunidad de
entregar este cuento a 25 alumnos de 6º de Primaria, durante mis últimas
prácticas, habiendo preparado el cuento para que fuera mágico.
Cada uno de los 25 alumnos, recibió un
cuento distinto: yo imprimí 25 cuentos distintos. En cada cuento, el ser humano
que acaricia la mesa, se llama de una manera: de la misma manera que se llame
el alumno que va a recibir físicamente SU (nunca mejor empleado el posesivo)
copia del cuento. Lógicamente, no podía yo ponerme a grabar en vídeo a los
alumnos mientras leían, pero te pido que me creas, querida profesora, cuando te
digo que las caras de asombro y emoción en el momento en que cada uno leyó su
nombre por primera vez, no eran nada comparado con lo que sentí yo al ver las
lágrimas de emoción de una mayoría de alumnos mientras terminaban el último
párrafo del cuento. Incluyo a la tutora en esas lágrimas, que también tenía SU
cuento.
De tal forma, Irune, que este cuento
puede ser mágico: una cosa es la motivación que este cuento puede causar en un
alumno de esa edad, y otra cosa es que esa motivación venga precedida por la
certeza de que quien ha escrito ese cuento, ha pensado en ti, y que no hay duda
de que eres realmente tú el que está en el cuento: no sé si te has fijado,
amiga mía, que el cuento dice que tú eres morena y de ojos marrones…
¡IMPLICACIÓN EMOCIONAL!
Esa es la magia
que este cuento puede conseguir.
Ahora bien…hay
que emplear un tiempo en cambiar el nombre de cada alumno en todas las
ocasiones en que aparece, y, además, saber el color de ojos y pelo de cada uno,
para que cada uno reciba SU cuento con su descripción real correspondiente.
¿Lleva trabajo?
Pues sí, hombre. Pero es que estamos para eso, ¿no?
Vamos con la siguiente creación.
He decidido hacer una mini historia en VERSO para añadir variedad al trabajo y para animar a los alumnos a crear su propia poesía, que es bien bonito ver cómo empiezan a intentar crear versos. (Vamos, y porque lo pedía el enunciado del ejercicio ;) )
He decidido hacer una mini historia en VERSO para añadir variedad al trabajo y para animar a los alumnos a crear su propia poesía, que es bien bonito ver cómo empiezan a intentar crear versos. (Vamos, y porque lo pedía el enunciado del ejercicio ;) )
En este caso, voy a forzar la rima hasta lo
absurdo para acentuar el elemento humorístico (algo que gusta en la etapa
fantástico realista) y así animar a los niños con sus poesías, sin importar -en
un principio- lo “malas” que pueden ser. Que vean que hasta su profesor puede
hacer “malas poesías”: busco que no se amilanen, que aunque no les suene del
todo bien lo que empiecen a escribir, sigan adelante. No es fácil escribir bien
en verso, y está bien que lo sepan. Lo importarte es divertirse y ser críticos,
para mejorar siendo consecuentes y conscientes con los sentimientos de los
demás.
Las
vampirratas
Eran tres ratas vampiro muy
juguetonas,
que siempre dormían al lado del fuego
del hogar.
Bebían sangre de las tiritas
y el queso odiaban olisquear.
A veces, si se encontraban con un tranchete, se echaban a llorar.
(NOTA para los compañeros de clase: chicos, chicas...yo pensaría lo mismo al verlo:
es corto. Lo sé, lo sé. ¡Pero no se me ha olvidado la siguiente estrofa, no!)
Es que es un Limerick, y los Limericks son así: 5 versos AABBA basados en el humor
del sinsentido y con una única estrofa, que se crea mediante unos pasos definidos de
antemano.
es corto. Lo sé, lo sé. ¡Pero no se me ha olvidado la siguiente estrofa, no!)
Es que es un Limerick, y los Limericks son así: 5 versos AABBA basados en el humor
del sinsentido y con una única estrofa, que se crea mediante unos pasos definidos de
antemano.
Primer verso: define al protagonista.
Segundo verso: indica sus características.
Tercer y cuarto versos: se realiza un predicado.
Quinto verso: final extravagante.
Otra vez encontramos un animismo, un
punto de fantasía que sigue gustando hasta el estadio de operaciones formales,
con ese toque algo macabro y sensacionalista que les entusiasma en la etapa en
la que estamos. Puede servir para distintas edades, y ayudará a incentivar la
creación literaria de los alumnos, además su autoestima (los adultos no sabemos
hacerlo todo bien, podemos tener fallos y no ser perfectos). Concluimos que lo
dicho queda enlazado, por cuestión de fantasía y animales doméstico-fantásticos,
así como el humor absurdo y poético, con la etapa fantástico realista.
Si analizamos según los estadios de
Piaget (1947) (referenciado en Hoffman, 1995), podemos ver un vocabulario más
complicado, que gusta en esta etapa. Es cierto que no podemos hablar de grandes
figuras literarias (¡no, desde luego que no!), y que hay una función poética no
tan desarrollada como en otros textos (Jakovson, 1959 referenciado por Kirchof
2009). Realmente hasta podríamos considerarlo un texto paraliterario, dado que
mi intencionalidad era más ofrecer un texto humorístico y que sirviera a los
niños para perder sus miedos, que crear una obra de alta literatura (no pienso
yo, en cualquier caso, que pueda andar yo creando obras de alta literatura!).
Pero creo que nos va a venir bien para trabajar en el aula: a fin de cuentas,
nos encontramos con la posibilidad de discriminar buena y mala poesía, y ayudar
a desarrollar el sentido crítico usando otras poesías cortas y maravillosas
para comparar (como puede ser el caso de Gloria Fuertes, 2017).
Comparar al profesor con una autora
consagrada en estos lances no es para desanimar a los niños (<<¡Válgame
Dios, vaya profe que tenemos!>>, podrían pensar), sino para hacerles
entender que la escritura es divertida y puede ser un gran hobby, pero que, si
quieres ser mejor, si quieres hacer buena poesía, o buena prosa, o ser bueno en
cualquier género, tocará practicar mucho, dedicarle tiempo y ganasd, y aprender
de otras personas. Ayudaremos en clase a que ese entorno siempre sea propicio
para expresarse, para escuchar su voz. Eso será siempre el objetivo primordial.
Para
crear el texto DRAMÁTICO tuve la siguiente idea: escribir un drama
propio de una creación conjunta con alumnos en el aula. Me explico: un texto que
pudiera haber sido consecuencia de una actividad literaria en un aula, creado
conjuntamente por alumnos y profesor. La idea es que el germen de esta pequeña
obra dramática, pudiera haber sido creada por los alumnos a través del cuento encadenado, añadiéndole diálogo
a posteriori. En este caso, la idea habría sido trabajar en pequeño grupo, para
permitir que todos los alumnos aporten una línea de diálogo. Por tanto, ese día
en el aula, se crearían varias obras. Además, si esta actividad se realizara
realmente, lo ideal sería pedirles usar personajes arquetípicos de los cuentos
folclóricos, para asentar los conocimientos previos que habríamos estado
trabajando.
Algo así
es lo que finalmente se me ocurre como posible resultado del proceso que acabo
de explicar, que, en todo caso, deberá ser guiado por nosotros. Una buena idea,
de hecho, sería escribir nosotros mismos como profesores una pequeña
dramatización como esta, y que los alumnos ya empezasen el proceso teniendo en
la cabeza un ejemplo como éste:
[Narrador]: Este era un niño al que no le gustaba nada
estudiar.
[Niño]: No me gusta nada estudiar, voy a escribir un
cuento.
<El niño coge una hoja y lápiz.>
[Niño]: Érase
una vez una princesa…
<La princesa entra.>
[Princesa]: Ah, no, chaval. Que he quedado con la
dragona para jugar a las cartas, búscate a otra.
[Niño]: Pues el príncipe…
<El príncipe entra.>
[Príncipe]: Ah, no chaval. Tengo que ir a la
peluquería a recoger a mi caballo.
[Niño]: será a tu cabello, que lo tendrás postizo, por
lo que veo.
[Príncipe]: No, no: a mi caballo.
[Niño]: ¿Venden caballos en las peluquerías?
[Príncipe]: No, no: a mi caballo le están arreglando
el cabello.
[Niño]: Vale. ¿Tu padre tiene caballo?
[Príncipe]: ¡será que si tiene cabello!
[Niño]: no, no: caballo.
[Príncipe]: sí, tiene caballo y cabello.
[Niño]: ¿su caballo está en la peluquería?
[Príncipe]: no, hombre, lo tiene en la cabeza.
[Niño]: ¿Y no se le cae?
[Príncipe]: hombre, sí, a veces se le cae un poco.
[Niño]: vaya, se hará daño el pobre.
[Príncipe]: ¿mi padre?
[Niño]: no, el caballo.
[Príncipe]: ¿qué caballo?
[Niño]: el de tu padre.
[Príncipe]: ¿y por qué se iba a hacer daño?
[Niño]: ¡pues al caerse!
[Príncipe]: ¡¿al caerse de dónde?!
[Niño]: ¡de la cabeza de tu padre!
[Príncipe]: ¡mi padre no tiene caballos en la cabeza!
[Niño]: ¡pero si me acabas de decir que sí!
[Príncipe]: ¡CABELLO! ¡Mi padre tiene cabello en la
cabeza!
[Niño]: ¡Ah! ¿Y su caballo?
[Príncipe]: ¡Qué pasa con su caballo!
[Niño]: ¡Que quiero saber si está en la peluquería,
como el tuyo!
[Príncipe]: ¡NO!
[Niño]: entonces, tu padre no tiene que ir a
recogerle, ¿no?
[Príncipe]: ¡NOOOO!
[Niño]: perfecto. Érase
una vez un rey…
<El rey entra, a caballo>
[Rey]: Ah, no, chaval. Me pillas fatal ahora, ¿no ves que estoy montando a
caballo, de camino a la peluquería?
[Niño]: en fin, sólo me queda la reina malvada, que al ser malvada, no
querrá que haga los deberes, y participará en el cuento.
<La reina malvada entra>
[Reina Malvada]: Ah, no, chaval. Yo es que soy malvada: ¡a estudiar! ¡Necesito
niños que aprendan a escribir cuentos!
<El niño tira la primera hoja, y coge otra
nueva.>
[Niño]: Érase una vez una peluquería
llena de caballos…
[Peluquero]: Será <<llena de cabellos>>.
[Niño]: no, de caballos. ¡Si lo sabré yo!
...
[Narrador]: ¡continuará!
Podría ser una escena
-relativamente corta- de una obra de teatro. Por su velocidad en los diálogos y
por su previsión de por dónde puede ir la siguiente frase -especialmente en el
diálogo central de humor-, creo que permitiría a los niños aprenderla con
facilidad y recordarla en poco tiempo. ¡Desde luego podrían improvisar si no la
recordasen! O incluso modificar y añadir diferentes puntos a lo largo de la
interpretación. En esta narración, además, podemos jugar con los alumnos a
alargar o acortar los diálogos, a incluir más personajes para que demuestren los
conocimientos previos de los que hablábamos antes, o a usar personajes
históricos para darle más emoción. El punto de humor, apropiados ya de sobra
para esta edad, será además un motivo de enganche de los alumnos con esta
pequeña historia. La parte central, con las confusiones entre <<cabello>>
y <<caballo>> tiene la intención de servir como ejemplo a los
alumnos, para que recreen algo similar en sus nuevas obras, o para ampliar esta
misma obra, con diálogos parecidos en otras escenas. Todo ello, en base de más
ocurrencias similares por parte de los alumnos. Creo que realmente sería muy
divertido continuar construyéndola. Además, como quien no quiere la cosa, ¡estaremos
trabajando la paronimia!
En todo caso, creo que
esta pequeña obrita, ya por sí misma, ofrecería una dramatización por parte de
los alumnos realmente amena.
Como podemos ver, la
creación literaria puede ser un punto de partida para la asimilación de otros
conocimientos. Debemos dejar a los alumnos que expresen dichos conocimientos
desde su punto de vista (realizando un aprendizaje por andamiaje y en espiral,
como decía Brunner, 1960, referenciado por Smith, 2002). Sin abandonar jamás la
parte lúdica, podemos trabajar con diferentes conceptos que les llamen la
atención, e integrarlos en las historias. Si bien a la mezcla de personajes de
otros cuentos se suele llamar en literatura crossover (algo
que se utiliza mucho en la juvenil también), podemos animar realizar en clase
nuestros propios crossovers entre personajes reales, ficticios,
e incluso entre los propios alumnos como protagonistas.
Querida Irune: como he intentado intento
transmitir mediante estos textos y su análisis, siempre
debemos tener en cuenta el desarrollo del niño para realizar esta clase de
ejercicios de creación. Cuando hagamos actividades encaminadas a que nuestros
alumnos desarrollen su imaginación para la creación literaria (y su destreza también,
sí, pero primero la imaginación), es importante
no perder jamás de vista la teoría (en este caso, nosotros como alumnos tuyos
intentaremos aplicar siempre lo que nos has explicado en el Bloque 5). Es
importante porque no vale con animarles a escribir: hay que saber cómo
animarles, y por qué.
Bibliografía:
Armijo, Consuelo (2013). El “nonsense”
un arma contra las mentes cuadradas, Cuadernos
de lectura infantil y juvenil (45) p. 28-31.
Berk, Laura (1999). Desarrollo del niño
y del adolescente (Prentice Hall, 4ª edicción).
Bettelheim, Bruno (1997). Psicoanálisis
de los cuentos de hadas (Ed. Crítica 1ª edición).
Fuertes, Gloria (2017). Libro de cuentos
para niñas y para niños (Blackie Books, 1ª edicón).
Hoffman, Lois; Aris, Scott; Hall, Elizabeth (1995). Psicología del
desarrollo hoy (Mc Graw Hill, 6ª Edición).
Klein, Stephen (1994). Aprendizaje,
principios y aplicaciones (McGraw Hill, 2ª Edición).
Riodari, Gianni (2002). Gramática de la
fantasía: introducción al arte de contar historias (Ed. Del bronce, 1ª edición)
Smith, M.K. (2002) Jerome S. Bruner
and the process of education.Consultado en 19/05/18 http:
//infed.org/mobi/jerome-bruner-and-the-process-of-education/
Webgrafía:
Barra, Enrique: Desarrollo moral: una
introducción a las teorías de Kohlberg. Consultado en 21/05/18 http://www.redalyc.org/html/805/80519101/
Kirchof, Edward Roberto (2009):
Literatura como lenguaje: El legado de Roman Jakovson, consultado en 07/05/2018
http://ucs.br/etc/revistas/index.php/antares/article/viewFile/401/333
VV.AA. Leyes:
LOE:
Ley orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación.
Publicada en el BOE en el 4/5/2006 y consultada el 22/12/15 http:
//www.boe.es/aeboe/consultas/bases_datos/doc.php?id=BOE-A-2006-7899
LOMCE: Ley
Orgánica 8/2013, de 9 de diciembre, para la mejora de la calidad educativa
consultado en 07/05/18 http:
//www.boe.es/boe/dias/2013/12/10/pdfs/BOE-A-2013-12886.pdf
Que bueno compi!! La implicación emocional!! Que bonito!! Que magnífica idea!!
ResponderEliminarQue necesario como dices que fomentemos su creatividad y su imaginación!! Que no les pase como a mí... que me pasé la vida empollando hasta las matemáticas!! Siento verdadero desazón si en unas prácticas veo un profesor que trabaja con ellos la lengua como en mi época y lo máximo que hacen referido a creatividad es hacer es una redacción!!! Eso es lo máximo que entienden por fomentar la creatividad!! Así que esta actividad que os propone Irune me parece fantástica para poco a poco ir haciéndolo con los chavales!!
Muy bonito compañero!!
Un abrazo
¡Gracias María!
Eliminar¡No veas cómo funcionó en el aula!
Auténticos mozos de once y doce años con los ojos humedecidos.
¡Muak!
Más allá de MI implicación emocional... es un trabajo magnífico. Enhorabuena.
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