jueves, 21 de junio de 2018


Querida Irune:

Permíteme, amiga mía, que en esta ocasión el preámbulo de la nueva entrega de mi carta sea corto y no conecte con el tema. Será, sin embargo, igual de sincero que los anteriores. Verás, te explico: estaba yo relativamente tranquilo (ojo, relativamente) con la idea de que el último día para entregarte el final de esta carta era el 30 de Junio. Esa idea, aposentada en mi cabeza generando cierta tranquilidad en mi sistema nervioso (nunca mejor dicho para esta ocasión), había sido generada a través del sentido de la vista, tras mirar el documento oficial de La Salle sobre fechas de examen de la convocatoria extraordinaria. Día 30 pone. Bien. El mismo sentido de la vista ha sido el canal de llegada de una suerte de bomba neuronal: no me había yo percatado de que en nuestro documento “Guía de Trabajo”, la fecha que aparece como límite es el 25 de Junio. En tanto en cuanto no reciba tu respuesta al e-mail que te acabo de mandar, en el que te pido que me identifiques cuál de las dos fechas es la correcta, la tranquilidad en mi sistema nervioso ha dado paso a una sensación probablemente idéntica a la que siente Cary Grant en “Con la muerte en los talones”.



LITERATURA ESPAÑOLA, LITERATURA INFANTIL Y
EDUCACIÓN LITERARIA

Bloque 4: Lectura literaria y animación lectora

Vamos, pues.
En las anteriores partes de esta carta que te escribo, mi buena maestra, hemos hablado ya ampliamente de lo importante que es la lectura en el desarrollo infantil. Está demostrado científicamente -o científicamente demostrado- que un entorno estimulante puede favorecer tanto el lenguaje como el desarrollo cognitivo del niño y adolescente (Farah, 2008). Sin embargo, una exposición a una lectura no adecuada para nuestros alumnos, -más porque estén lejos en su desarrollo para disfrutar de la lectura, que por un contenido no apto-, puede derivar en muchos problemas. Las consecuencias pueden ir desde hacer complicada una tarea que debe ser placentera, hasta cortar de raíz -y esta sería la peor derivada-, cualquier ánimo lector de nuestros alumnos. A fin de cuentas:

«Es frecuente ver a los adultos poniendo en manos de un lector debutante una novela de 150 páginas repletas de texto. Es lo mismo que darle un chuletón a un bebé.»
Kerguéno (1988), Ayudar al niño a convertirse en lector (p. 86)

Los maestros debemos ser capaces de escoger el material adecuado, ser capaces, además, de razonar nuestra elección, y saber qué actividades serán más acordes a nuestro grupo-clase. Esto implica conocer bien ese grupo, las necesidades de cada niño, y también sus cualidades. En esta entrada, por tanto, propondremos una serie de actividades para antes, durante y después de la lectura, y abordaremos el por qué de cada propuesta.

Lo primero que haremos, Irune querida, será una temporalización (lo pongo en cursiva porque la RAE dice que llevamos toda la carrera inventándonos esta palabra) de actividades para un curso de sexto de primaria. Las dos primeras sesiones servirán para escoger de una lista, entre todos, dos libros de lectura. Esto se hará según los datos que tengamos y exponiendo razones: gustos, temática… Serán los alumnos quienes debatan sobre el asunto, siempre respetando -así lo fomentaremos- las opiniones de los demás.

Supongamos que hemos escogido estos dos libros:

Título: Manolito Gafotas.
Autora: Elvira Lindo.
Ilustrador: Emilio Urberuaga.
Editorial: Alfaguara originalmente, actualmente Seix Barral.
Primera edición: 1994.
Sinopsis: Manolito vive en Carabanchel (Alto, no confundir jamás con el Bajo) con su madre (experta en collejas), su abuelo Nicolás, su hermano el Imbécil y sus amigos (aunque a veces sean unos cerdos traidores). Trata de sobrevivir a las matemáticas, a que las cosas no siempre salen como él quiere y a la vida en general, que a veces mola un pegote.
Temas: La familia y la amistad, las dificultades económicas, situaciones familiares, situaciones escolares (incluso algunas al borde del acoso escolar) y dilemas morales.

Título: El joven Moriarty: El misterio del dodo.
Autora: Sofía Rhei.
Ilustradora: Alfonso Rodríguez Barrera.
Editorial: Nevsky
Primera edición: 2013
Sinopsis: Moriarty es un niño muy inteligente. Según él, nadie puede hacerle sombra, ni siquiera su estúpida hermana Arabella, mayor que él. Cuando el gran tesoro de su tío Theodosius (un auténtico dodo) desaparece, hay muchos sospechosos y poco tiempo antes de descubrir al culpable… Sobre todo, porque los adultos no hacen más que castigarle y entorpecer su investigación.  
Temas: La familia, dilemas morales, el uso de nuestras habilidades y la inteligencia como arma ante los problemas.

La idea inicial, no directamente de elegir, sino de plantearme la posibilidad de -tras el correspondiente análisis “técnico/docente”- elegir estos libros, nace de mi conocimiento y mi simpatía hacia ellos. Y de una leve intuición acerca de su conveniencia para este menester.
Analizados los aspectos formales, tanto internos como externos (extensión, ilustraciones, temas, edad de los personajes, situaciones cotidianas o más extrañas, humor absurdo, los cabos sueltos, el “nonsense” que tanto nos recomienda Armijo en 2013…), deduzco yo que estos libros parecen encajar en el segundo subestadio de operaciones concretas (prácticamente ya en el primer subestadio de operaciones formales, de hecho), y en la etapa fantástico-realista. Cierto es, no obstante, que podrían encajar bien incluso para alumnos algo más mayores. De hecho, si en nuestra clase hubiera algún niño con necesidades educativas especiales por cuestiones cognitivas (no altas capacidades), en verdad te digo que no los escogería yo para ser incluidos en esta lista. Notamos aquí la importancia no solo del trabajo previo del profesor a la hora de escoger, sino también sus conocimientos del desarrollo infantil y literario, en base a lo estudiado con Berk (1999), Wallon (2000) y Colomer (1998). Así que, presuponiendo un contexto en el que no tuviéramos alumnos con NEE, organizaremos actividades para estos dos libros.


Actividades ANTES DE LA LECTURA.

Todas dependerán siempre del tiempo del que dispongamos y del interés mostrado por los alumnos:
·         PRIMERA SESIÓN) Vamos a intentar descubrir los gustos de nuestros alumnos, para así poder ayudarles a escoger el libro más adecuado para ellos (sobre todo, por si los dos propuestos no les convencieran, y hubiera que seleccionar otros). Preguntas acerca de cuáles son los posibles temas sobre los que puede versar la obra; comparar, a través de lo que sabemos de las obras, los diferentes temas; preguntas sobre si es mejor tener picardía y labia, o inteligencia; preguntas sobre cómo podría un niño de su edad resolver un misterio; preguntas sobre anécdotas con sus amigos que crean que son geniales…todas estas preguntas nos ayudarán a afianzar cuál es el grado de desarrollo de nuestros alumnos con respecto a su expresión y sus gustos, y cómo podrían sentirse más satisfechos trabajando.
·         SEGUNDA Y TERCERA) Jugaremos con los libros a través de diferentes juegos, que tendrán como base las siguientes dinámicas: adivinar cómo serán las situaciones en ambos libros, a través del sí o el no; discutir sobre cómo resolverían los alumnos algunas situaciones que se podrían plantear en los libros; investigar la época en la que se desarrolla la historia de cada libro; conversaremos todos juntos acerca cómo creemos que serán algunos de los personajes que aparecen en los libros;  buscaremos diferencias entre una época y otra (la historia de ambos libros se desarrolla en distintas épocas, aunque parezcan cercanas); finalmente, crearemos una mesa redonda de opinión de los alumnos sobre lo que van descubriendo hasta el momento, sin leer.
·         CUARTA) Prepararemos -¡ni más ni menos!- que una auténtica entrevista a los dos personajes  principales de los dos libros, Manolito y James. Cual auténticos periodistas. Para ello, previamente daremos lectura de alguno de los fragmentos de las novelas, para que los alumnos especulen con el contexto e imaginen cómo continuarían ellos la historia a partir de ese fragmento leído, sin importar si tiene sentido o no con el resto de la trama (Armijo, 2013).

·         QUINTA) Dividiremos a nuestros alumnos en dos equipos no competitivos: según gustos y procurando que sean equitativos. Nuestros alumnos pertenecerán al «Team Moriarty» o al «Team Gafotas». Supongamos, a priori, una división paritaria de doce alumnos en cada equipo, pero siempre teniendo en cuenta cualquier circunstancia que pueda acarrear la conveniencia de hacer adaptaciones.

Lo que pretendemos al dividir en dos la clase no es un enfrentamiento: bien al contrario, se trata de un juego cuyo principal objetivo para los alumnos es intentar convencer al otro equipo de que la próxima lectura que hagan… ¡sea la del libro que no  escogieron!
En nuestro caso, como profesores tenemos, además, otra aspiración al dividirlos en grupos más pequeños: facilitar el trabajo en equipo. Con este trabajo en equipo, e interaccionando entre ellos, podrán no sólo animarse a la lectura, sino ayudarse entre ellos, llegado el caso. Así, buscaremos minimizar el papel del profesor (Brunner, 1960, referenciado por Smith, 2002). Procediendo de esta manera, no solo se les estimulará en la lectura y serán capaces de valorar el hecho de ser ayudados por sus compañeros en un ambiente de confianza, sino que, además, ayudará a desarrollar otro tipo de aprendizaje, conocimientos y puntos de vista (Berk 1999 y Wallon 2000).


Actividades DURANTE LA LECTURA.

Las desarrollaremos a lo largo de dieciocho sesiones, ampliables hasta veinte si vemos que los alumnos necesitan ese tiempo extra. Se marcarán hitos de lectura recomendables para los alumnos para cada sesión. Si el alumno no ha podido leerse hasta el punto marcado para esa clase, veremos, en cada ocasión, cómo facilitar que lo alcancen: es importante procurar que vayan todos en paralelo.
Habrá DOS TIPOS de sesiones:
·         DOCE SESIONES serán puramente de trabajo. En ellas, les iremos proponiendo hablar sobre lo que ha pasado en el libro, sobre sus partes favoritas, sobre qué opinan de los personajes, sobre si actuarían como ellos (Kohlberg, 1960, referenciado por Barra 2005), sobre qué no les gusta y qué harían diferente…  Luego, cada grupo escogerá a un representante que expondrá aquello de lo que en su equipo se ha hablado, e intentará convencer al otro equipo de que finalmente lean también el libro que no escogieron. Como argumento principal de convicción, el representante explicará qué les está aportando el libro, expresando sus opiniones y las de sus compañeros en conjunto. El representante podrá pedir ayuda a los componentes de su equipo en varias ocasiones: para que le recuerden las opiniones más extendidas en el equipo, o para ayudarle a continuar si se atasca con las escenas y episodios del libro. En cada una de estas doce sesiones hablará, por cada equipo, un representante diferente, evitando repetir: buscamos que todos los niños hablen y se expresen al menos durante cinco minutos cada uno. De sobrar tiempo, se permitiría un tiempo de descanso y de libre debate tanto del libro propio como del ajeno.
·         Otras SEIS SESIONES serán consideradas o de descanso o de refuerzo, según la necesidad de cada alumno. Nos ayudarán a garantizar que todos los alumnos alcancen los hitos de lectura. Además, servirán para hacer una charla tranquila entre sus compañeros, dirigida sutilmente por nosotros mediante ciertas preguntas sobre los libros; podrán comparar lo que cada grupo lleva leído, las situaciones que han vivido dentro del grupo y qué opiniones les genera la dinámica que están siguiendo.
Se pueden proponer los mismos juegos usados para animar a la lectura, pero con el libro del equipo contrario.

El tiempo empleado entre ambas partes, así como la relación entre capítulos y las actividades, deberá estar sujeta a posibles modificaciones en base a la la situación de los alumnos y del grupo-clase en general a lo largo del curso. Por ejemplo: si algún niño necesita ayuda para prepararse de cara al día en que va a representar a su grupo, o bien  sus compañeros necesitan más tiempo para poder ponerle al día de sus opiniones, se habilitará ese tiempo en el aula, o incluso se trasladará la exposición para otra sesión. En todo caso, siempre trataremos de que cada niño pueda hablar en cada sesión unos cinco minutos, y que, globalmente, en cada sesión se empleen unos treinta minutos en el formato debate que estamos proponiendo. Estamos buscando, ante todo, que estas sesiones tengan un carácter dialógico. Buscamos, querida Irune,  debate y contraste de opiniones.

Teniendo muy en cuenta este factor de posible necesidad de modificaciones, y siempre con el ánimo de ser permeables a cambios en la organización, proponemos una división de capítulos según sesiones:

·         Las CUATRO PRIMERAS sesiones DE TRABAJO serán para abordar el inicio de ambos libros: en el caso de Moriarty, las dedicaremos a trabajar los cinco primeros capítulos del libro; en el caso del bueno de Manolito, las dedicaremos a los capítulos comprendidos entre “El último mono” y “Capitán Merluza”, ambos incluidos.
Tengamos en cuenta que ambos libros tienen diferentes estructuras, por lo que no podemos pedir exactamente lo mismo a ambos grupos (Manolito va hablando de anécdotas de su vida, casi aisladas,  mientras que, por el contrario, el libro de Moriarty es mucho más seriado).

En todo caso, planteamos estas posibles preguntas, como guía de lectura:

o   ¿Cómo son las relaciones del protagonista con su familia? ¿Y con sus amigos?
o   ¿Cómo es el entorno en el que viven?
o   ¿Qué es lo que parece gustarles?

o   Preguntas específicas para el libro de Manolito:
- ¿Por qué Manolito Gafotas se llama así?
- ¿Por qué la madre de Manolito le llama <<el último mono>>?
- ¿Por qué iban a comprarle un cuerno a la trenca de Manolito?
- ¿Alguna vez te has quedado dormido en el Metro?
- ¿Por qué el padre de Manolito le enseña a defenderse? ¿Está eso bien?
- ¿Cómo se resuelve el problema de Manolito con Yihad en el capítulo “Capitán Merluza”?

o   Preguntas específicas para el libro de Moriarty:
- ¿Cómo se llama el caballo que monta James?
- ¿Por qué crees que Watson no quiere dar un claro vencedor?
- ¿En honor de quién es la fiesta de bienvenida?
- ¿Por qué esa visita le gusta tanto a los niños Moriarty?
- ¿Qué trae consigo la visita?
- Haz una lista de los invitados a la fiesta.

àA lo largo de estas cuatro sesiones de trabajo, incluiríamos las dos primeras sesiones de descanso/refuerzo.


·         Las CUATRO SIGUIENTES sesiones DE TRABAJO, completando ya ocho, comprenderán los cinco capítulos siguientes del libro Moriarty (el nudo, realmente), y los capítulos comprendidos entre <<Un pecado original>> y <<Paquito Medina>> en el libro de Manolito.
Las preguntas comunes bien pudieran ser las siguientes:

o   Con lo que ya sabemos del libro de nuestros compañeros, ¿qué pasaría con los personajes de cada libro si protagonizaran el libro contrario? ¿El cambio de época sería demasiado para ellos?
o   ¿Cómo resolverían nuestros protagonistas las situaciones del otro?
o   ¿Crees que le iría mejor a algún personaje secundario (como el Orejones López o Arabella Moriarty), siendo el protagonista del libro en el que salen?

o   Preguntas específicas para el libro de Manolito:
- ¿Cuál es el pecado de Manolito y por qué no se puede confesar?
- ¿Crees que Manolito exagera con respecto a convertirse en el favorito de su profesora?
- ¿Cuál es la razón, en el capítulo <<El uno para el otro>>, por la que se pelean Orejones y Manolito?
- ¿A quién crees que se refiere el título del capítulo?
- ¿Cuáles son las razones por las que Paquito Medina no es de este mundo?
- ¿Has conocido alguna vez a un Paquito Medina?

o   Preguntas específicas para el libro de Moriarty:
- ¿Cuál es la lectura favorita de Moriarty?
- ¿Quién fue el que le regaló el libro a Alice?
- ¿Cómo se llama el primer sospechoso oficial de Moriarty?
- ¿Qué truco usa Moriarty en el capítulo siete para entrar en el comedor?
- ¿Quién le atrapa?
- ¿Cuál es la técnica de Arabella para poder investigar sin que la descubran?

à A lo largo de estas cuatro sesiones de trabajo, incluiríamos otras dos  sesiones de descanso/refuerzo. Por tanto, ya llevaríamos cuatro sesiones de este otro tipo.


·         Las CUATRO ÚLTIMAS sesiones DE TRABAJO, completando ya las doce de este tipo que teníamos pensadas, llegan cuando estamos alcanzando ya el final de ambas novelas. 
Esta vez no haremos preguntas conjuntas, sino que abordaremos directamente las específicas para cada novela.

o   Para Manolito:
- Explica los problemas que tiene Manolito en el capítulo <<No sé por qué lo hice>>.
- ¿Quiénes y por qué ayudan a Manolito a cubrir las <<huellas de su crimen>>?
- ¿Cuál ha sido tu día de la Paz Mundial favorito? ¿Se parece al de Manolito?
- Supongamos que te toca disfrazarte de un pájaro de los que ha nombrado Manolito: ¿cuál te gustaría, y por qué?
- ¿Por qué no quería celebrar su cumpleaños el abuelo Nicolás?
- ¿Cuál fue el regalo que le hicieron Manolito y el Imbécil? ¿Le gustó?

o   Para Moriarty:
- De los sospechosos que llevamos, ¿cuál crees que es el más probable que robase el Dodo y por qué? ¿Crees que tal vez haya alguien más implicado?
- Haz una lista de comidas que han ido saliendo a lo largo del libro y explica cuál te gustaría probar.
- ¿Qué es lo que ocurre a la hora del postre en el comedor de niños? ¿Cómo acaba?
- ¿A qué juego juegan los hermanos Moriarty? ¿Cómo se ve James ante su hermana?
- ¿Qué ha pasado con el Dodo al final? ¿Acertaste con el culpable?
- ¿Qué crees que pasará con el descubrimiento final de James? ¿Crees que seguirá la idea que le dio su hermana?

à A lo largo de estas cuatro últimas sesiones de trabajo, incluiríamos las dos últimas sesiones de descanso/refuerzo: la última de ellas, será el último día dedicado a esta dinámica en la que habremos trabajado estos dos libros.



Actividades DESPUÉS DE LA LECTURA

Mediante esta dinámica no busco que exista un ejercicio final post-lectura que consista en sacar unas conclusiones “propiamente dichas” (alguna vez habría que analizar la coherencia de esta expresión en base a las situaciones en las que solemos usarla, ¿verdad?), sino, más bien, que se esas conclusiones se vayan buscando, razonando y elaborando a lo largo de la lectura.
Se trata, creo yo, de alentar a la lectura desde el ángulo de la ayuda entre compañeros, de la diversión, y del debate sobre puntos interesantes del libro, desde los temas, hasta los personajes. 
El cómo son los personajes nos debería dar mucho juego en este caso, dado que Moriarty presenta un perfil tirando más a villano que a travieso, y Manolito es un niño muy independiente (Saiz, 2013). Son personalidades distintas que nos ayudan a poder hablar largo y tendido de las cualidades de ambos, así como de su moralidad (Kohlberg, 1960, referenciado por Barra 2005). Estos dos personajes nos  facilitan también, debido a la empatía que producen en el lector, la tarea de trasladar sus vivencias y opiniones, a las vivencias y opiniones de los alumnos (sobre en el caso de Manolito Gafotas, que es un libro realista y muestra situaciones a las que todos los alumnos se han podido enfrentar).

Lo ideal tras esta dinámica de semanas de duración, a mi muy humilde entender, es plantear otra, -a modo de ejercicio post lectura, si se quiere así- que permita continuar de manera natural las restantes sesiones de literatura del curso.

Yo sugiero animar a los niños a traer a clase sus libros favoritos y, entre todos, escoger un nuevo libro para trabajarlo en el aula. Busco con esto es que, sin dejar de mantener el control de la clase por nuestra parte, cedamos el poder de elección a los alumnos, demostrándoles que sus gustos son tenidos en cuenta, que ellos son una parte activa del aprendizaje hasta las últimas consecuencias. Pero el libro que elijamos entre todos deberá ser más corto que los anteriores (así se lo sugeriremos), para permitirnos  hacer un análisis crítico del mismo, sin que nos consuma -ni mucho menos- tantas semanas como la dinámica anterior.
 Simplemente les animaremos a que lo lean en casa. Llegados a este punto, yo sugiero simplemente emplear una sesión entera a un único debate: que cada niño al que le apetezca hablar, nos exponga a todos qué ha sentido al abordar la dinámica anterior en comparación a qué ha sentido con la simple lectura del nuevo libro: quiero ver, de esta manera, cómo el hecho de “hacer tuyo” durante semanas un libro, meterte dentro de él, sentirlo, vivirlo en definitiva, influye en el alumno a la hora de su recuerdo vivencial sobre ese libro (sobre sus personajes, sus historias). 
Evaluar, en definitiva, hasta dónde puede un libro, al que le has dedicado buena parte de tu tiempo, dejar huella en un alumno de Primaria. Y cómo es esa huella: me encantaría poder tomar nota (y así lo sugiero, igualmente) de cuántos alumnos han vivido esas semanas “en el libro” como una aventura, como algo bonito, como un viaje, y cuántos alumnos lo han vivido como una simple carga de trabajo añadida al hecho de leer el libro. Nos servirá, creo yo, para evaluarnos a nosotros mismos como seleccionadores de libros, como creadores de actividades respecto a la lectura, y, sobre todo, como animadores a la lectura, que es de lo que trata, en definitiva, este Bloque 4.

Por otra parte, hay algo en esta nueva dinámica que acabo de proponer, que sin ninguna duda nos va a enseñar a nosotros, como maestros: el hecho de que cada niño nos traiga el libro en cuya lectura y análisis querría embarcarse, va a dar como resultado el tener delante una muestra inmejorable de cuáles son los gustos de nuestros alumnos: concretamente esos que tendremos ahí delante.
Labajo (2013) -vamos, tú misma, pero ya que estamos con APA y las referencias, pues hagámoslo bien- nos anima a tener en cuenta el gusto del niño a la hora de escoger un libro. Pues bien: que ellos mismos traigan esos libros y nos sirva para hacer un análisis crítico que nos permita a nosotros escoger los adecuados para la siguiente ocasión. Los maestros debemos estar al día de las novedades literarias, y saber desgranar lo que puede ser interesante tanto desde el punto de vista de nuestros alumnos, como también artísticamente hablando. Es un trabajo extra, sin duda, pero la recompensa es enorme (la satisfacción), y además, como digo, nos facilitará el trabajo de cara a contar con el entusiasmo de nuestros alumnos para futuras dinámicas de animación lectora.
Otro objetivo de esta nueva dinámica que propongo para la post-lectura, es ayudarles a desarrollar un sentido crítico a la hora de sus propias elecciones de libros.



REFLEXIÓN

Permíteme, Irune querida, una reflexión final, como colofón a esta cuarta parte de mi carta, correspondiente al Bloque 4 de nuestra asignatura.

Si nos fijamos bien, aunque estemos hablando de literatura, podemos ver implícita y explícitamente reflejado el objetivo de transversalidad de diferentes asignaturas, así como de competencias que buscamos que los alumnos utilicen. Incluso con las investigaciones propuestas, podemos orientarnos a la deducción y a la ciencia la literatura (objetivo de la LOE y con sus respectivas modificaciones en la LOMCE). Esto demuestra, realmente, la importancia de la animación a la lectura: el lector siempre está aprendiendo, sí, pero aprendiendo no solo sobre los temas intrínsecos de la novela.

Además, -no lo olvidemos porque es vital-, está aprendiedo sin dejar de disfrutar: desde luego, esa será nuestra responsabilidad como maestros, garantizar a nuestros alumnos ese disfrute durante la lectura. Cualquier metodología, cualquier autor importante de cualquier corriente pedagógica, como podrían ser Montessori, Agazzi, Dewey…(autores referenciados por Klein 1994 y Berk 1999) nos recalca siempre la importancia del elemento lúdico. Debe estar prsente, sí o sí.
Sumémosle al punto anterior el hecho de que los principales autores acerca del desarrollo cognitivo, como Vigotsky, Piaget, Bruner o Ausubel (todos ellos referenciados en Klein 1994, Berk 1999, Hoffman 1995 y Smith 2002), nos recuerdan que el niño necesita el trato con los iguales para un óptimo desarrollo.
Bien: si combinamos ambos puntos, como hemos hecho (intentado, desde luego) en este libro fórum, podremos asegurar un aprendizaje realmente efectivo mediante la lectura.
Como hemos expuesto durante la dinámica, siempre será necesaria la intervención del profesor, sí, pero debemos ayudar a los niño a ser seres autónomos y completos (LOE sin modificar en la LOMCE), a que puedan ser capaces de escuchar y respetar opiniones ajenas… En definitiva: ayudarles en su camino a la socialización.

Habrá quien perciba como exagerad que fomentar el gusto por la lectura pueda generar tantos beneficios, pero muchos autores han demostrado que realmente así es.  Ahí radica la importancia de que nosotros, los maestros, seamos capaces de transmitir el amor por la literatura: acarreará futuros beneficios para nuestros alumnos, no solo a corto, sino también a medio y largo plazo (Colomer 1998). Uno de esos beneficios, no lo olvidemos nunca: el propio placer de leer.





Bibliografía:

Armijo, Consuelo (2013). El “nonsense” un arma contra las mentes cuadradas, Cuadernos de lectura infantil y juvenil (45) p. 28-31.
Barra, Enrique: Desarrollo moral: una introducción a las teorías de Kohlberg. Consultado en 09/05/18 http://www.redalyc.org/html/805/80519101/
Berk, Laura (1999). Desarrollo del niño y del adolescente (Prentice Hall, 4ª edicción).
Colomer, Teresa (1998). La formación del lector literario, narrativa infantil y juvenil (fund. Germán Sánchez Ruiperez).
Hoffman, Lois; aris, Scott; Hall, Elizabeth (1995).Psicología del desarrollo hoy (Mc Graw Hill, 6ª Edición).
Kerguéno, Jaqueline (1988) ayudar al niño a convertirse en lector, Cuadernos de lectura infantil y juvenil (1) p. 86-91.
Klein, Stephen (1994).Aprendizaje, principios y aplicaciones (McGraw Hill, 2ª Edición).
Wallon, Henri (2000). La evolución psicológica del niño (Ed. Planeta, 4ª edición).


Webgrafía:

Farah, Matha (coor.) (2008): Environmental stimulation, parenting nurturing and cognitive development in humans. Consultado el 24/05/18 https://www.sas.upenn.edu/~mfarah/Development-EnviroStimParentalNurt.pdf
Labajo González, Irene (2013): Pautas para regalar libros muy especiales a un niño. Consultado en 07/05/18 http://online.lasallecampusvirtual.es
Saiz Rippol, Anabel (2013): Modelos de infancia. Consultado en 7/5/18 http://online.lasallecampusvirtual.es
Smith, M.K. (2002) Jerome S. Bruner and the process of education.Consultado en 19/05/18 http: //infed.org/mobi/jerome-bruner-and-the-process-of-education/


VV.AA. Leyes:

LOE: Ley orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación. Publicada en el BOE en el 4/5/2006 y consultada el 07/05/18 http: //www.boe.es/aeboe/consultas/bases_datos/doc.php?id=BOE-A-2006-7899
LOMCE: Ley Orgánica 8/2013, de 9 de diciembre, para la mejora de la calidad educativa consultado en 07/05/18  http: //www.boe.es/boe/dias/2013/12/10/pdfs/BOE-A-2013-12886.pdf

7 comentarios:

  1. Hola Guille, he leído tu entrada y me ha gustado bastante. Eso si el consejo que te daría sería que dividieses la entrada mejor, ya que que por ejemplo al final de la entrada he deducido que es tú reflexión. Un saludo y espero que te sirva.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Hola Jaime!
      Gracias por tu comentario, y te digo que tienes toda la razón: mira a ver ahora, que he organizado el final de manera que se entiende mejor qué es cada párrafo! :)
      ¡Gracias!

      Eliminar
  2. Hola Guillermo!

    Me encanta la elección de los libros, sobre todo Manolito Gafotas, ya que en mi infancia los leí todos.

    Es un gran trabajo, como nos tienes acostumbrados!

    Por poner alguna pega, siempre desde el respeto, es que al escoger dos libros, se me hace un poco liosa la lectura. También creo que a la hora de llevarlo a la práctica va a tener una dificultad extra, ya que son dos debates, y actividades de dos libros diferentes.
    tampoco me ha quedado muy claro si vas a trabajar los dos libros a la vez (cada niño elige cuál lee) o si va a ser uno después del otro.

    Espero te sirva mi comentario.

    Un saludo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias por tu comentario, Marta!
      Aquí tienes la respuesta a lo que me preguntas:

      QUINTA) Dividiremos a nuestros alumnos en dos equipos no competitivos: según gustos y procurando que sean equitativos. Nuestros alumnos pertenecerán al «Team Moriarty» o al «Team Gafotas». Supongamos, a priori, una división paritaria de doce alumnos en cada equipo, pero siempre teniendo en cuenta cualquier circunstancia que pueda acarrear la conveniencia de hacer adaptaciones.

      Lo que pretendemos al dividir en dos la clase no es un enfrentamiento: bien al contrario, se trata de un juego cuyo principal objetivo para los alumnos es intentar convencer al otro equipo de que la próxima lectura que hagan… ¡sea la del libro que no escogieron!
      En nuestro caso, como profesores tenemos, además, otra aspiración al dividirlos en grupos más pequeños: facilitar el trabajo en equipo (...).

      ¡1 abrazo fuerte!

      Eliminar
  3. Me parece muy buena idea!! Complicado para el profesor, pero es lo que tenemos que hacer!!! Trabajar a tope, para que ellos se sientan en la necesidad de devolvernos lo mismo!! Como ya comentamos que nos pasa a nosotros con Irune!!
    No siempre esto se puede hacer con todas las clases, ya sabes que hay grupos en los que trabajar el debate o un foro, es difícil, pero poco a poco es algo esencial que tienen que aprender, respetar turnos, opiniones, saber escuchar... buena idea compañero!!

    Otra cosa que comentaste que estoy 100% de acuerdo es que los profes estemos al día de las novedades literarias!! Sabes que me gustaría hacer a mi en clase?? Hacer una especie de programa como aquel que había en la TVE de Cartelera... pero con libros!! Cada tres semanas o así contarles y enseñarles que ha salido este libro para ellos y este otro que les puede gustar...

    Soy tan FAN de Manolito Gafotas!! No te lo puedes ni imaginar!! Me sentía tan identificada los veranos con mis primos y hermano, todos niños y yo niña y más pequeña... Yo era el pobre del Idiota!! Menos mal que las cosas cambian!! Jajajajaja

    Ya te digo que me ha encantado!! Me parece mucho trabajo pero está muy chulo y entiendo aunque no he leído El Segundo libro que tienen mucha relación en algunos puntos así que me parece muy buena idea compi!!

    Un abrazo

    ResponderEliminar
  4. El trabajo es impecable, desde luego y, aunque me gusta muchísimo el planteamiento porque se enfoca a la animación inter-pares (o entre-grupos), no permite cumplir al 100% uno de los objetivos de la lectura compartida: enseñar a los niños a profundizar en la comprensión de la literatura en sus dos niveles: denotativo y connotativo.
    Si los niños han trabajado previamente estas cuestiones, gozarán de cierta autonomía en el trabajo por equipos pero, si no es así, sus intereses, discusiones y preferencias, sin la mediación del maestro, serán meramente denotativas y muy pobres en inferencias y valoraciones reflexivas.
    El objetivo de compartir un título al trimestre (aunque se lean otros libros voluntariamente o por recomendación del profesor o de los compañeros) es, precisamente, el de guiar la comprensión hacia las profundidades de la función poética a través de buenas preguntas y de la generación de conflictos cognitivos (muy del gusto de Piaget).
    Soy una ferviente admiradora de las capacidades de la infancia y creo, a ojos ciegos, en generar contextos para el autoaprendizaje y dejar a los niños solos, pero también creo en el papel del profesor socrático que, sin "enseñar" -al menos, según el concepto decimonónico del término- es capaz de guiar a sus estudiantes por senderos que a ellos no se les ocurriría -con 8, 10 o 12 años- recorrer.
    Este comentario no es, ni mucho menos, una enmienda a la totalidad de tu trabajo. Te lo digo para que lo tengas en cuenta cuando planifiques las lecturas de tus alumnos en tu futuro docente y para que no descartes la lectura "obligatoria" de un libro para toda la clase. Por experiencia personal y docente sé que "un club de lectura" con el grupo-clase (que es el modelo que se plantea en el tema) convierte a los niños en lectores activos frente al texto, los capacita en los diferentes niveles de la comprensión literaria y genera en ellos el -ansiado- hábito lector. Siempre que el libro esté bien elegido y que la mediación sea adecuada, por supuesto.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ahá. Pues gracias por explicármelo, y qué decirte: que lo entiendo, y lo proceso. Y no no, si realmente no descartaba yo, en absoluto, la lectura obligatoria de un libro para toda la clase, es más: imagino que, cuando tenga la oportunidad, será habitual que sea eso lo que haga. Quería aquí darle ese matiz de la animación inter-grupos (oye, no sabía exactamente qué término emplear para definir la dinámica, hasta que te lo he leído: otro aprendizaje) buscando la originalidad, pero no por la originalidad en sí misma, realmente, sino porque creo que realmente, haciéndolo así, ganábamos en cuanto a trabajo de competencias transversales. Pero, a cambio, sí, tienes toda la razón, el nivel del debate entre los alumnos, sin la guía oportuna, no llegará a la profundidad que permita la comprensión denotativa y connotativa.

      Muchas gracias :)

      Eliminar